La misofonía es un trastorno neurológico que se relaciona con la disminución de la tolerancia a los sonidos.
Existen muchos ruidos o sonidos en el entorno en que se desarrolla y vive un ser humano.
Esta condición hace que los individuos afectados perciban ese entorno auditivo de manera diferente, exagerada y hostil en ocasiones.
Las reacciones ante ello suelen estar acompañadas de síntomas muy invalidantes.
Estos hacen que la persona busque aislarse en muchas ocasiones del medio social.
Es un trastorno que ha sido descrito apenas comenzando este siglo por los médicos estadounidenses especializados en Otorrinolaringología Pawel y Margaret Jastreboff.
No obstante aun no ha sido reconocido oficialmente en la clasificación del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales.
La misofonía. Factores desencadenantes y síntomas
Factores
Los factores que hacen que la misofonía se evidencie en un individuo son los sonidos repetitivos o ciertos patrones de sonido.
Generalmente esta condición aparece al final de la infancia y es algo más frecuente en las mujeres.
Los sonidos cotidianos como los que siguen provocan que aparezca el trastorno.
- la tos
- el masticar de personas cercanas
- El crujir al comer patatas fritas de bolsa o palomitas de maíz
- mascar chicle
- golpes de un lápiz sobre una superficie
- clickear un bolígrafo
- Sorber líquidos
- Taconeo persistente
- Estornudos
- Goteo de un grifo
- Consonantes repetitivas
- otros muchos
Síntomas
Síntomas
Cualquier sonido puede ser un detonante del trastorno, incluso se habla de estímulos visuales.
La persona afectada comienza a sentir una ansiedad que va incrementándose en la medida que el sonido se mantiene.
La respuesta a ello puede variar desde una reacción de alejamiento de la fuente hasta el pánico o la agresividad.
Síntomas que se observan comúnmente
- Sudoración de las manos
- Movimientos involuntarios de partes del cuerpo
- Tics nerviosos
- Ansiedad intensa
- Pánico
- Comportamiento agresivo contra la fuente del sonido (objetos, animales o personas)
- Conducta de evitación
- Reacción de huída
- Imitación a través de la mímica exagerada de los sonidos detonantes
Tratamiento
Tratamiento
No existe en la actualidad una cura para esta enfermedad.
Muchas personas optan por taparse los oídos o utilizar audífonos para dejar de escuchar los sonidos que le provocan la crisis.
En ocasiones este mecanismo de defensa funciona.
La terapia cognitivo-conductual mejora de manera importante la tolerancia a los sonidos.
Quien padece misofonía debe conversar y compartir lo que siente, solicitar ayuda.
De esta manera su círculo social será de gran ayuda al comprender su forma de actuar y evitar los detonantes.
La persona que padece misofonía no necesariamente muestra los síntomas frente a todos los sonidos descritos.
Existe una escala que se utiliza para determinar cuán grave es la afectación
Esta escala se establece en dependencia de la intensidad de los síntomas ante determinado detonante.
Escala de activación de la misofonía
Observaciones
La misofonía en la actualidad se encuentra en pleno estudio.
Por años esta enfermedad ha estado presente en muchos individuos a los cuales se les ha tildado de histéricos o hipersensibles.
Lidiar con este trastorno neurológico es muy difícil, mucho más para quien lo padece que para los convivientes.
Comprender que se trata de una enfermedad y no de una actitud exagerada intencional ante los ruidos o sonidos cotidianos, es muy importante.
Esta forma de actuar ayudará a que la persona afectada pueda vivir en sociedad y convivir con esos sonidos que tanto le afectan.
