Esta entrada fue editada y titulada
«Malestar en el vientre durante el coito»
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La hipertensión o tensión arterial elevada se ha convertido en la epidemia del siglo XXI.
Es la causa fundamental de Ictus cerebral y cardiovascular.
Es una entidad promotora de discapacidad permanente en ancianos y jóvenes.
Conocer los factores de riesgos y llevar un control sistemático de las cifras de tensión arterial es la manera más eficaz de evitar complicaciones.
Se espera sea la principal causa de muerte y discapacidad para el año 2020.
Se compara con la Peste Bubónica en el 1600, la Influenza en 1919, y el SIDA en la década de los ‘90.
Esto teniendo en cuenta que no es una enfermedad infecto-contagiosa si no una crónica no transmisible.
La elevación de estas cifras ocurre de manera silenciosa en la mayor parte de los casos.
Muchas veces es descubierta de manera casual en la consulta médica.
Muchas veces el paciente no refiere ningún síntoma que haga pensar en ella.
De manera silenciosa va provocando cambios y condiciones en el organismo que favorecen la ocurrencia de Ictus cerebral y cardiaco.
Clasificación de la tensión arterial según sus cifras
Historia natural de la hipertensión arterial no tratada.
Prehipertensión
Hipertensión arterial precoz
Hipertensión arterial establecida
Hipertensión arterial complicada
Complicaciones de la tensión arterial alta o hipertensión
Grupos de riesgo más propensos a complicaciones
Factores de riesgo
Tratamiento higiénico-dietético
Se utiliza para controlar las cifras de tensión arterial como tratamiento único cuando la elevación de las cifras es ligera.
También para complementar el tratamiento medicamentoso en pacientes con hipertensión arterial moderada a severa.
Tratamiento farmacológico
Incluye 6 clases de medicamentos según su mecanismo de acción.
Este tratamiento tiene carácter indefinido.
La combinación de medicamentos se realiza teniendo en cuenta otras enfermedades asociadas.
Entre ellas la Diabetes mellitus, enfermedades renales, cardíacas, suprarrenales, entre otras.
Así se evitarán las interacciones medicamentosas que pueden provocar efectos adversos peligrosos o disminuir el efecto de cada medicamento.
La utilización de antiagregantes plaquetarios se indicará para prevenir el ictus cerebral y cardiovascular.
Se hará uso especialmente del ácido acetilsalicílico en dosis bajas.
La elevación de las cifras de la tensión arterial ocurre de manera silenciosa, imprevista.
Debe realizarse un chequeo anual de los individuos sanos.
El seguimiento consecuente de los pacientes diagnosticados evitará las complicaciones.
Esta patología precisa del cumplimiento de diferentes medidas por parte del enfermo.
Solo así se logrará normalizar las cifras tensionales.
Conseguir que el enfermo comprenda la importancia de llevar a cabo un tratamiento adecuado es imprescindible.
También evitará que la hipertensión arterial progrese desde un grado ligero hasta grados moderados y graves.
Además se reducirá de manera significativa la morbi-mortalidad por ictus cerebral y cardiovascular.
El avance de la enfermedad renal por presión arterial elevada será otro de los objetivos a evitar.
También disminuirá la aparición de complicaciones tempranas en los grupos más vulnerables.
Entre ellos los niños, ancianos, mujeres, individuos de la raza negra, hombres mayores de 55 años, pacientes con factores de riesgo.
Es fácil, solo evite los factores de riesgo, chequee su tensión arterial frecuentemente y cumpla con las indicaciones de su doctor.