domingo, 8 de septiembre de 2013

Placenta Increta. Parto natural en condiciones precarias. Caso anécdota.

La placenta Increta es una condición anormal del periodo de gestación.

Esta condición se caracteriza porque los vasos sanguíneos de la placenta penetran en el espesor del útero.

Cuando esto ocurre el proceso de alumbramiento (expulsión de la placenta) no tiene lugar de manera natural.

Generalmente hay que realizar una cirugía postparto.

Una vez que el bebé ha nacido la placenta se desprende espontáneamente unos 10 minutos después.

Si no sucede en este tiempo se espera hasta completar 30 minutos.

Pasado este intervalo límite si la placenta continúa sin expulsarse hay que valorar el diagnóstico de placenta Increta.

El tratamiento es quirúrgico y precisa atención médica especializada.

Placenta Increta. Parto con peligro para la vida de la madre en zona rural.

Durante el periodo especial en Cuba, me encontraba yo en un hospital rural en el poblado de “Pedro Ballester, municipio 1º de Enero, Provincia Ciego de Ávila.

Cumplía con mi guardia enen servicio de emergencias del pequeño hospital.

Sobre las 11:00 pm aproximadamente llegó una mujer joven, 25 años, embarazada, con edad gestacional de 40 semanas, o sea a término.

Había roto la bolsa (fuente) y perdía abundante líquido amniótico.

Refería contracciones fuertes y seguidas.

Al examen gineco-obstétrico comprobé que las contracciones se sucedían en número de 3 en 10 minutos, fuertes, con una duración de más menos 15 segundos.

Estaba en franco trabajo de parto.

Se le pide que se acueste en la camilla para examinar el abdomen.

Era un abdomen característico de embarazo a término, globuloso, correspondiente con la edad gestacional.

Al palpar al feto se encuentra en posición cefálica (la cabeza hacia abajo), el dorso derecho (espalda hacia la derecha del abdomen).

El foco fetal (latidos cardiacos del feto) auscultado a través de estetoscopio de Pinard arroja una frecuencia de 144’ latidos por minuto.

El bebé está en perfecto estado de salud.

Se coloca a la paciente en posición ginecológica para poder ver genitales externos e internos.

Además colocar espéculo para ver el cuello uterino y realizar tacto vaginal.

A la inspección se observa la vulva edematosa (inflamada), enrojecida, sale líquido procedente de la vagina.

Se trata del líquido amniótico que observamos claro, con olor y color normales.

Se realiza tacto vaginal y se comprueba cuello uterino borrado, o sea, no se diferencia del cuerpo del útero.

Esto sucede durante las modificaciones del trabajo de parto natural.

El orifico cervical dilatado 6 cms, distensible.

Incluso se puede tocar la presentación (parte del feto que viene primero), en este caso la cabecita.

Con 4 cms más la dilatación será completa y el parto deberá suceder sin contratiempos.

El parto es inminente. Hay que asumir el reto sin apenas recursos.

Ante esta situación es inevitable realizar el parto en el hospital, aunque las condiciones son mínimas.

En ese entonces como política general estaba indicado el ingreso de las embarazadas en hogar materno desde las 37 semanas.

Esta normativa se estableció dadas las condiciones existentes como consecuencia de la crisis económica en las que se encontraba el país.

A ello se sumaba la lejanía del pueblo que se encontraba a 85 km del Hospital Provincial.

De esa forma en el momento en que se presentara el parto era más fácil trasladarlas de forma segura hacia ese centro.

En el Hospital Provincial contarían con atención especializada y todos los recursos en aras de evitar de evitar o dar solución inmediata a complicaciones.

No obstante muchas mujeres preferían quedarse en sus casas.

Llegado el momento entonces acudían para ser atendidas en condiciones mínimas a pesar de las advertencias.

Parto y complicación. Posible diagnóstico de Placenta Increta.

Se procede a realizar el parto no habiendo tiempo para otra acción.

Si se decidía enviar hacia el Hospital Provincia de Morón, no llegaría a tiempo.

El parto sin duda, se produciría en una ambulancia que no contaba con ningún requerimiento especial.

Entonces era un carro con espacio para camilla y acompañante en la parte trasera.

Por suerte ese día se encontraba con combustible y sin ninguna avería.

Así las cosas se canaliza una vena y se comienza a administrar Dextrosa al 5% con un ámpula de Polisal a goteo lento.

El objetivo era tener lista la vía para administrar algún medicamento endovenoso de ocurrir algún evento.

En menos de 1 hora se completa el proceso del parto.

La paciente mantuvo las contracciones fuertes, estables, se completó la dilatación del cuello y luego de pujar 2 veces nació el bebé.

Se pinza y corta el cordón umbilical, el bebé rompe a llorar fuerte y alto, su color es rosado.

Con un Puntaje de Apgar 9-9 apunto la información en la historia clínica.

“Recién nacido sano por parto normal, perfecto estado de salud. No se observan malformaciones ni lesiones a inspección primera”.

Se realiza profilaxis ocular contra blenorragia (Gonorrea) al bebé con colirio de Gentamicina por si las cosas.

A la espera del alumbramiento (expulsión de la placenta) converso con la madre.

Le explico que no debía haber esperado a que el parto sucediera allí.

Debía haber cumplido con las indicaciones que se le hicieron durante el embarazo.

Me dice que gracias a Dios todo había salido bien, que ella confiaba en el personal médico del hospitalito.

Le agradezco, no es hora de regaños.

Continúo en espera de la placenta y ya ha pasado media hora, tiempo que se considera límite para que esto ocurra pero nada.

Comprimo el abdomen por encima del fondo del útero, sale sangre en cantidad normal.

La pinza que se mantiene sujeta al extremo del cordón umbilical que asoma por la vagina baja y sube cuando dejo de comprimir abdomen.

Esta es una mala señal.

La placenta no se desprende del útero.

Reviso cavidad uterina con la mano y está limpia, solo que la placenta sigue ahí, firme.

Ya no espero más…

La placenta Increta puede producir hemorragias en el tercer trimestre del embarazo.

Se diagnostica por medio de ultrasonido.

No se recogió este antecedente en la recién parida.

No obstante cada minuto que pasaba el diagnostico de placenta Increta se hacía más probable.

Esta condición se debe a ciertas causas.

  • Legrados o cesáreas en las que queda una cicatriz en el endometrio.
  • Ciertas enfermedades de la madre como el septo uterino
  • Fibromas uterinos
  • Implantación ectópica (fuera de lugar) de la placenta
  • Características anormales de la placenta que se pueden presentar

La placenta es  un órgano transitorio que sirve de barrera o filtro entre la madre y el feto.

Es quien deja pasar las sustancias alimenticias y muchas otras hasta el feto.

Su función como filtro permite que algunas sustancias dañinas no lleguen o lo hagan en menor cantidad al bebé.

Cuando los vasos sanguíneos de la placenta penetran el espesor del útero más profundamente esta no se desprende espontáneamente.

Placenta increta

Placenta adherida profundamente en la muscular uterina

Tirar del cordón umbilical podría provocar desprendimiento forzado y hemorragia severa.

El tiempo sigue pasando…

Reviso la cavidad uterina nuevamente para ver si había algún desprendimiento parcial pero nada.

No contaba con ningún medio diagnóstico complementario para saber hasta qué punto había penetrado la placenta en esta capa.

Podría ser necesaria una histerectomía total en dependencia del grado de penetración.

No había condiciones para intentar nada, solo quedaba la opción de enviar a la paciente al hospital provincial y debía ser lo antes posible.

Los desgarros vaginales que suceden de manera natural durante el parto debían ser suturados al igual que el cuello uterino.

Pero esto solo puede realizarse una vez que ocurre el alumbramiento.

Confirmación de diagnóstico de placenta Increta y tratamiento quirúrgico.

Con muchas dificultades se pudo acomodar a la camilla con la madre, el portasueros y la cunita del bebé.

Finalmente la ambulancia sale para el hospital provincial con el enfermero de guardia.

Lleva consigo el resumen de historia de la paciente y el recién nacido.

Era ya pasada la 1 de la mañana.

Sobre las 7:00 am recibo notificación desde la Dirección Municipal de Salud.

La paciente fue operada por presentar efectivamente placenta Increta.

Los vasos sanguíneos casi llegaban a la capa serosa (la más externa) del útero.

Si esta condición se hubiese dado se llamaría placenta percreta.

Fue necesario intervenirla quirúrgicamente y realizarle histerectomía total.

Había transcurrido ya tiempo desde el parto y podían sobrevenir otras complicaciones.

No obstante su estado era estable y el pronóstico bueno.

El bebé estaba ajeno a todo y perfecto.

Ya estaba recibiendo lactancia materna.

Este no fue el único caso de nacimiento ocurrido en el hospitalito.

Ya antes habían ocurrido algunos sin ningún tropiezo o complicación.

No obstante y a pesar de este suceso muchas madres siguieron esperando a último momento para parir allí.

Como quedó demostrado, no basta la confianza en el personal de salud y la competencia del médico.

Hay complicaciones que escapan a la buena voluntad y la pericia del galeno.

En estos casos para resolverlas es necesario estar en una unidad asistencial con medios específicos y personal especializado.

Además debe tenerse a disposición un quirófano y un especialista en ginecología para realizar la histerectomía.

Una semana después la mamá y el niño se encontraban otra vez en casa.

Al ir a visitarlos nos dijo “¡que susto pasé!”.

Por suerte solo fue un susto.

Nos mantuvimos al tanto de la recuperación de ella y todo marchó bien.

Ya no podrá volver a ser madre pero su bebé podrá contar con ella.

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